Esta familia se caracteriza por los remates que presentan
las diferentes fuentes en sus extremos. Se recomienda su uso para textos largos
ya que el serif permite una mayor legibilidad y fluidez en la lectura al hacer
cierta conexión lineal entre letra y letra, también es útil para títulos que no
sean largos y de bajo impacto.
Las Serif a su vez se clasifican en:
·
Romanas antiguas.
·
Romanas de transición
·
Romanas modernas
·
Egipcias
Romanas antiguas: son tipografías que poseen
serif triangular y presentan diferencias en los trazos. Derivan de las
inscripciones romanas, originalmente talladas en piedra. En general son
tipografías con buena legibilidad y se utilizan habitualmente para textos de
largo alcance y extensos. Entre sus características está: Serif de terminación
aguda y base ancha, tazos ascendentes finos y descendientes gruesos y dirección
del eje de engrosamiento oblicua. En la Roma antigua las letras eran trazadas
previamente con pincel cuadrado y luego grabadas a cincel sobre la piedra.
El trazo del pincel determina las ascendentes delgadas y las descendentes
gruesas.
Las romanas antiguas también son llamadas Garaldas, en
homenaje a dos de los más grandes
tipógrafos del Renacimiento: Claude Garamond y Aldus Manutius, quienes se
basaron en las quadratas
romanas para grabar sus propios tipos.
Ejemplos: Garamond, Times, Bembo, Caslon,
Trajan, a continuación se muestra la tipografía Caslon, en sus diferentes
modalidades:
Romanas de transición: esta tipografía se desarrollo entre la romana
antigua y moderna. Se caracterizan por tener el serif de terminación muchas más
aguda que la antigua, la diferencia entre los trazos finos y gruesos son más
marcados y visibles, la dirección del eje de engrosamiento está más cerca
de ser horizontal que oblicuo.
Entre las tipografías romanas de transición están
la Baskerville, Fournier, Times, Century que son tipografías en vía
de desarrollo a las romanas modernas. Ejemplo:
Romanas modernas: Las tipografías Romanas Modernas
o Didonas, nombre formado a partir de Fermín Didot y Giambattista
Bodoni, eximios tipógrafos del Siglo XIX, presentan serif lineal o filiforme,
marcadando una gran diferencia entre los trazos gruesos y finos, su serif está
relacionado angularmente con el bastón de la letra y su eje de engrosamiento es
horizontal.
Al igual que las romanas antiguas, derivan de los textos
esculpidos en piedra, en las construcciones y monumentos romanos, pero es el
grabado en cobre quien determina el gesto de esta clase de tipografías, ya que
la incisión de la gubia en este tipo de material permite el trazado de
líneas muy delgadas y líneas gruesas con excelente definición. Entre las
fuentes romanas modernas están: Bodoni, Bauer Bodoni, Didi, Caxton, Ultra
Condensed, Modern, Didot. Ejemplo:

Egipcias: también denominadas Mecano,
haciendo referencia al momento de aparición de estos tipos, durante el
florecimiento de la Revolución Industrial, pero a diferencia de las romanas
modernas generadas cerca de la misma época, las egipcias tienen su base en
la madera y no en el cobre o hierro. Se distinguen principalmente por su
serif que es tan grueso como los bastones y puede ser cuadrado o redondo, su
dirección de eje de engrosamiento es habitualmente horizontal. En general son
más pesadas que las romanas, y son utilizadas frecuentemente para títulos o
rótulos, no se recomienda para textos largos ya que cansan la vista. Algunas
tipografías egipcias son: Clarendon, Serifa, Schadow, Memphis, Cheltenham,
Cooper Black. A continuación se presenta un ejemplo gráfico de esta
clasificación: